Líquenes como bioindicadores del aire

Hoy queremos conocer el valor y la importancia de los líquenes como organismos y su papel en el medio ambiente como indicadores de la contaminación atmosférica.


Para ello vamos a hablar de que son los líquenes y cuales las características que les hacen ser buenos indicadores de la contaminación. Cuales son las ventajas que ofrecen frente a los indicadores físico-químicos y en que se basan las medidas de la contaminación que utilizan líquenes. 

Además os presentaremos un proyecto de participación ciudadana para colaborar con los científicos en la identificación de los líquenes de nuestra ciudad y en la elaboración de mapas de contaminación atmosférica para su posible corrección.

¡Comenzamos!


Los líquenes son seres vivos que no pertenecen al reino de las plantas sino de los hongos, ya que un hongo se asocia, para sobrevivir mejor, con un alga. Esta simbiosis les permite adaptarse a cualquier tipo de medio, desde los desiertos a los polos y en cualquier tipo de sustrato, desde las rocas a los troncos. Los que viven en las rocas ayudan a disgregarlas y producir suelo donde crecerán las plantas, por lo que juegan un papel fundamental en los ecosistemas.


En esta asociación, llamada simbiosis, el hongo ofrece protección frente a la desecación y la radiación solar y el alga elabora el alimento gracias a la energía del sol y los minerales que recoge el hongo.


Los líquenes son organismos que no necesitan grandes cantidades de nutrientes o agua, y son particularmente resistentes a los extremos hídricos y térmicos.



La estructura fundamental del liquen se denomina talo y está formado por hifas entretejidas que rodean y protegen al alga. Es precisamente por el talo por donde va a absorber directamente el agua y los gases de la atmósfera ya que no posee raíces para captar el agua.

Puede considerarse que todo lo que hay disuelto en el agua de la atmósfera, incluidos los contaminantes (excepto partículas muy gruesas), pasa al interior del liquen y es por ello por lo que se consideran bioindicadores de la calidad del aire. Además La niebla y el rocío, las mayores fuentes de agua para estos organismos, a menudo tienen concentraciones mucho más altas de contaminantes que el agua precipitada.

Los organismos indicadores o bioindicadores son aquellos empleados para detectar cambios o alteraciones ambientales o la existencia de concentraciones de determinados contaminantes en los sitios donde se encuentran.



¿Cuáles son las ventajas que poseen los líquenes como indicadores de la contaminación atmosférica frente a los medidores físicos y químicos?


  • Una de las ventajas que es que los medidores fisico-químicos, solo ofrecen datos en el momento del muestreo, mientras que los líquenes integran presente, pasado y futuro de las condiciones ambientales, puesto que pueden vivir décadas o cientos de años y los contaminantes se van acumulando en el talo.
  • Además, las estaciones de medida de la contaminación atmosférica miden unos pocos parámetros fisico-químicos, mientras que los líquenes ofrecen una información integrada del estado del aire, ya que están expuestos a todos sus contaminantes.
  • Por otro lado, cuando los contaminantes están en concentraciones bajas se requieren medidores de alta sensibilidad y elevado coste, mientras que los líquenes detectan estas bajas concentraciones de contaminantes.
  • Además, no es necesario evaluar después de haber hecho la medición, el efecto de los contaminantes sobre el ecosistema ya que el propio liquen lo evalúa debido a la alta sensibilidad a la contaminación ambiental.
No todos los líquenes son igual de sensibles a los contaminantes atmosféricos, sino que, diferentes especies presentan distinta sensibilidad a un determinado contaminante. Las especies sensibles a un determinado contaminante pueden desaparecer localmente cuando este está presente, pero otras con cierta tolerancia al mismo son capaces de sobrevivir.

Es esta diferente sensibilidad de cada especie de liquen, lo que les hace verdaderamente útiles  a la hora de interpretar los efectos de la contaminación del aire.

Saber su distribución, cuántas especies hay y en qué frecuencia aparecen es necesario para detectar si se esta produciendo una variación en las condiciones ambientales de una zona, para lo que se hacen diferentes tipos de medidas y análisis.

 Se pueden llevar a cabo medidas cualitativas, como la presencia o ausencia de especies, observación de cambios en las poblaciones y en su morfología o cuantitativas, exponiendo por ejemplo a determinadas especies a una concentración de un contaminante y midiendo la respuesta a éste. 

Posteriormente a través de fórmulas y mapas de las especies de una zona se consiguen predecir los niveles de ocho contaminantes atmosféricos entre los que se encuentran los óxidos de Nitrógeno y Azufre y los metales pesados.

Los líquenes en las ciudades colonizan diferentes sustratos: construcciones y mobiliario urbano de diversos materiales, rocas, suelos, etc. Los que crecen en la corteza de los árboles, llamados epífitos, son excelentes bioindicadores ya que tienen mayor superficie expuesta a los contaminantes de la atmósfera.

Con el fin de llevar a cabo los mapas de distribución de las especies de líquenes de ciudades como Madrid y Barcelona y poder ayudar a los científicos a cuantificar los contaminantes atmosféricos, está en marcha un proyecto de participación ciudadana llamado LiquenCity.

En este proyecto puede participar cualquier persona haciendo una foto de cualquier especie de liquen de los que crecen en los troncos de la ciudad (epifitos) y geolocalizarla, subiéndola después a la plataforma Natusfera, donde expertos liquenólogos determinarán la especie concreta que es.

A la plataforma Natusfera se puede acceder desde cualquier ordenador o a través de tu propia app, y es como una libreta de campo digital preparada para anotar, compartir y validar observaciones en la naturaleza. Todos los datos validados en esta plataforma pasaran a formar parte de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF) al servicio de la comunidad científica.

Este proyecto cuenta con la ayuda y participación de alumnos y profesores de secundaria y bachillerato y lo promocionan el Real Jardín Botánico de Madrid, El GBIF, CREAF e Instituto de Ciencias del Mar.

En este proyecto no solamente se trata de identificar a las especies de líquenes epifitos que viven en los árboles de nuestras ciudades sino de hacer medidas y observaciones de unas determinadas especies seleccionadas que tienen tolerancia alta, media o baja a los contaminantes atmosféricos.




Los más resistentes a la contaminación son los más incrustados, por ejemplo Lecanora o Xanthoria y los más débiles a la contaminación son los más ramificados, como Parmelia, Ramalia o Usnea.

Las especies estudiadas para la ciudad de Madrid son las siguientes:
Phaeophyscia orbicularis, Candelaria pacifica, Parmelina tiliacea, Xanthoria parietina,Physconia grisea, Physcia sp., Evernia prunastri, Flavoparmelia soredians, Melanelixia glabra.

La primera campaña de muestreo finalizó en 2019 con más de 1000 participantes en Madrid, entre ciudadanos y centros educativos (29), y ya se han finalizado los mapas de líquenes haciéndolos corresponder con los de contaminación, en función del grado de tolerancia de cada especie a cada contaminante.




Para más información del proyecto puedes pinchar en el enlace donde se detallan todos los datos a seguir para poder participar en el proyecto:

                                    https://liquencity.org/descargate-natusfera/