¡Descubre las libélulas!

Hoy queremos introducirte en el increíble mundo de las libélulas a través de esta lectura que hemos preparado para ti. Podrás descubrir cómo vuelan, de qué se alimentan, dónde viven y un montón de curiosidades más.

También te proponemos crear tu propia libélula con el procedimiento y video-tutorial que hemos seleccionado.

¡Empezamos!

Las libélulas son los insectos más antiguos del planeta que aparecieron en el Carbonífero, hace más de 300 millones de años. “Meganeura” es un fósil de libélula de un metro de largo y ochenta de envergadura que se encontró en Francia, también de este periodo. Esta es, hasta el momento, la especie más grande de insecto que haya existido en la Tierra.


Como todos los insectos, poseen seis patas. El abdomen es muy alargado, con anillos que les impulsan para volar a gran velocidad (60 km/h), durante horas. Su delgado cuerpo puede presentar variados colores: rojo y amarillo, verde y azulado, o amarillo y negro dependiendo de las especies.


Posee cuatro alas transparentes, amarillo claro en las puntas, que pueden medir hasta veinte centímetros y enormes ojos globulares que le permiten ver en un radio de 360º. Estas trasparentes alas no se pueden plegar, y esto las diferencia de los caballitos del diablo, que son muy parecidos a las libélulas.


¿Sabías que los caballitos del diablo, que solemos confundir con libélulas, poseen algunas diferencias? 
Sigue leyendo y te lo contamos.




Diferencias entre libélulas y caballitos del diablo:  


  • Las libélulas poseen las alas posteriores más grandes y fuertes que no pliegan al posarse, mientras que en los caballitos son de igual tamaño y si se pliegan.
  • Los ojos de los caballitos del diablo son más pequeños y están más separados que los de las libélulas.
  • Los caballitos del diablo cazan presas estáticas y las libélulas en movimiento.
  • Las libélulas son más grandes y activas que los caballitos del diablo y las puedes encontrar a más distancia del agua.

Existen unas 5.500 especies diferentes en todo el Planeta, de las cuales 79 pertenecen a la Península Ibérica y unas doce especies distintas en la sierra de Madrid y en los alrededores del “Arboreto Luís Ceballos”.


Todas son carnívoras, tanto en su estado de larva como cuando son adultas. Las larvas pueden comer insectos acuáticos, gusanos, pequeños peces y hasta renacuajos y las adultas, moscas, mosquitos, abejas, mariposas, polillas y hasta a otras libélulas.

Viven gran parte de su corta vida cerca del agua. Ahí es donde forman parejas, se reproducen y viven sus larvas, que se llaman ninfas.


Las larvas, después de sucesivas mudas corporales que le permiten crecer, salen del agua y realizan la metamorfosis. En esta última etapa de su desarrollo, la larva se desprende de su cutícula o cubierta exterior, dando lugar a la libélula, dejando tras de sí el rastro de su presencia y desarrollo en ese lugar. Este rastro de “piel” se conoce como exuvia. 

La exuvia se puede observar adherida a las plantas cercanas al agua y nos indica la presencia de la especie en el lugar. El estudio de las exuvias nos ayuda a estudiar la biología de estas especies y ahondar en el conocimiento de las mismas.

Son muy buenas aviadoras, ya que pueden volar hacia arriba, hacia abajo, flotar igual que un helicóptero y aparearse en el aire. Esto es debido a que si no pudieran volar así morirían de hambre, ya que solo comen insectos que atrapan mientras vuelan.



Gracias a que comen mosquitos, regulan sus poblaciones en la laguna y por tanto mantienen su equilibrio. Además, gracias a su control, los seres humanos estamos protegidos de algunas especies que transmiten enfermedades. 

La mayoría de las especies de libélulas viven en climas cálidos de regiones tropicales y subtropicales y las podemos encontrar en nuestras lagunas y estanques del “Arboreto Luís Ceballos” durante la primavera y el verano.



MANUALIDAD

Ahora que hemos aprendido cosas tan apasionantes sobre estos antiquísimos insectos, deja volar tu imaginación para crear tu propia libélula, de una forma fácil y sencilla.


Materiales :
  • Limpia-pipas de colores.
  • Pinzas de la ropa.
  • Ojos adhesivos.
  • Rollos de papel higiénico.
  • Pinceles.
  • Pinturas acrílicas de diversos colores.
Paso a paso:
  1. Corta a la mitad los rollos de papel higiénico.
  2. Pintalos con la pintura acrílica de colores vivos y lunares de otro color.
  3. Una vez secos, vuelvelos a cortar en tiras para hacer las alas.
  4. Junta varias alas dobladas y sujetalas con las pinzas de colores.
  5. Pega el limpia-pipas encima de la pinza haciendo previamente un círculo con el mismo para la cabeza.
  6. Pega los ojos adhesivos en la cabeza.
  7. Enrosca otro limpia-pipas alrededor del que se ha colocado y pinzalo de nuevo.


Alternativa. No se utilizará la pinza de la ropa sino que se sujetan las alas directamente con el limpia-pipas. Este tendrá una utilidad como servilletero.